Por qué nadar te hace sentir mejor

Nadar parece simple: te metés al agua, das unas brazadas, y listo. Pero la realidad es que detrás de cada largo en la piscina hay muchísimo más de lo que se ve. La natación no solo es técnica y resistencia, también es una de las pocas actividades que entrenan cuerpo y mente al mismo tiempo.

¿Alguna vez notaste lo bien que te sentís después de nadar? Eso no es casualidad. El agua tiene un efecto calmante casi inmediato, y la concentración que exige cada movimiento hace que, por un rato, todo lo demás desaparezca.

Además, es uno de los deportes más completos: trabaja piernas, brazos, espalda, core… y sin castigar tus articulaciones como otros entrenamientos de alto impacto.

Y no hace falta que seas profesional ni que te metas 50 largos diarios. Con una buena rutina (y constancia, claro), podés mejorar muchísimo en poco tiempo.

(Si querés probar algunas rutinas gratuitas, podés encontrarlas en nuestra app BEKEEP entrando acá: https://basecamp.bekeep.net/team-invite-app?invite_code=9c2136b7)

Compartir: