11/04/2025
No es solo un cronómetro: apps que analizan emociones, sueño y recuperación
Hace no tanto tiempo, tener una app de entrenamiento significaba, básicamente, contar repeticiones o cronometrar cuánto aguantabas haciendo burpees sin caer rendido. Pero eso ha cambiado. Hoy en día, las aplicaciones deportivas no se conforman con ser simples cronómetros o agendas de rutinas: ahora quieren saber cómo duermes, cómo te sientes y si tu cuerpo está realmente preparado para entrenar… o si, por el contrario, te conviene descansar.
¿Qué miden exactamente?
Muchas de estas apps (junto con sus dispositivos asociados, como relojes inteligentes o pulseras de actividad) recopilan datos que, hasta hace poco, solo se obtenían en entornos deportivos profesionales. Lo hacen de forma constante y automática, mientras duermes, caminas, trabajas o te estresas. Algunas de las métricas más habituales son:
Calidad del sueño: no se trata solo de cuántas horas has dormido, sino de si el sueño ha sido profundo, ligero o interrumpido.
Variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV): un indicador clave para medir tu nivel de recuperación y el impacto del estrés.
Estado de ánimo y niveles de energía: algunas apps te preguntan cómo te encuentras al despertar o después de entrenar, y relacionan esa información con tus datos físicos.
Carga de entrenamiento y recuperación: analizan tu esfuerzo diario en combinación con tu descanso, y te sugieren cuándo intensificar… y cuándo levantar el pie del acelerador.
¿Para qué sirve todo esto?
La idea es clara: entrenar bien no consiste únicamente en hacer más, más rápido o con mayor intensidad. También implica saber cuándo no entrenar. Escuchar al cuerpo. Y como no siempre somos buenos en eso —la culpa o la ansiedad nos pueden— contar con datos objetivos puede ayudarnos a tomar decisiones más inteligentes.
Por ejemplo: has dormido mal, tu HRV está por los suelos y además te sientes agotado. La app detecta todo esto y te recomienda: “baja el ritmo hoy, mejor sal a caminar o haz un poco de movilidad”. Así evitas lesionarte y, probablemente, rendirás mejor al día siguiente.
¿Tendencia pasajera o el futuro del fitness?
Puede parecer exagerado, pero este tipo de seguimiento es cada vez más común, incluso entre personas que no se dedican al deporte de forma profesional. ¿Por qué? Porque todos lidiamos con el estrés, la falta de sueño y un estilo de vida que afecta directamente a nuestro rendimiento. Contar con una app que lo tenga en cuenta —y te tenga en cuenta a ti— puede marcar la diferencia entre avanzar o estancarse.
Eso sí, lo importante es no obsesionarse con los datos. Son una herramienta, no una sentencia. Pero si se utilizan con cabeza, pueden transformar por completo la forma en la que entrenas, descansas… e incluso cómo afrontas el día a día.