11/04/2025
¿La tecnología nos está haciendo mejores entrenadores o solo más dependientes?
Hoy en día, entrenar sin tecnología resulta casi impensable. Relojes inteligentes, apps, sensores, plataformas para diseñar rutinas, inteligencia artificial que “ajusta” tus entrenamientos… estamos rodeados de herramientas que prometen mejorar cada aspecto del proceso. Pero surge una pregunta inevitable: ¿nos está convirtiendo en mejores entrenadores, o simplemente en más dependientes?
Lo positivo: acceso a datos que antes no teníamos
Es innegable que la tecnología ha puesto en nuestras manos una cantidad de información impensable hace unos años. Podemos saber cómo duerme un deportista, cómo reacciona su frecuencia cardíaca, su nivel de recuperación, su nivel de estrés o incluso cómo se siente anímicamente.
Para un entrenador, todo esto es muy útil. Permite ajustar cargas con más precisión, anticiparse a posibles signos de fatiga o sobreentrenamiento, y adaptar la planificación a lo que la persona necesita de verdad, más allá de lo que “tocaba” según el calendario.
Pero… ¿y si un día no funciona?
Aquí aparece la otra cara de la moneda. Cada vez dependemos más de estos datos, hasta el punto de que, cuando algo falla —el reloj no registra, la app se cuelga o la nube no sincroniza—, muchos se quedan bloqueados. Lo que antes resolvíamos con observación, criterio y experiencia, ahora lo dejamos en manos de una pantalla.
Y eso no es necesariamente malo, pero sí puede ser peligroso si dejamos de confiar en nuestro propio juicio, si dejamos de mirar al deportista, o de preguntarle cómo se encuentra.
¿Entonces, en qué punto estamos?
La tecnología puede convertirnos en mejores entrenadores, siempre que la utilicemos como una herramienta, no como una muleta. Si complementa nuestra experiencia, nuestra capacidad de observación y el diálogo con la persona que entrena, es un recurso valioso.
Pero si llegamos al punto de no saber tomar decisiones sin datos, entonces quizá estamos perdiendo algo esencial: el arte de entrenar.
Porque sí, entrenar tiene mucho de ciencia, pero también de intuición, sensibilidad y práctica. Y eso no lo ofrece ninguna app.