Errores comunes en la nutrición deportiva que están frenando tu progreso

Muchas veces el problema no está en el entrenamiento, sino en lo que haces fuera del gimnasio: tu alimentación.

La nutrición deportiva no tiene que ser complicada, pero hay ciertos errores bastante comunes que pueden estar jugando en tu contra sin que te des cuenta. Aquí van algunos de los más habituales:

1. No comer suficiente (sí, aunque estés buscando definir)

Uno de los errores más frecuentes, sobre todo en personas que quieren perder grasa, es recortar demasiado las calorías. El cuerpo necesita energía para rendir, recuperarse y mantener la masa muscular. Si comes muy poco, no solo te sentirás sin fuerza, sino que tu progreso puede estancarse. Definir no significa pasar hambre todo el día.

2. Saltarse la comida post-entreno

Después de entrenar, tu cuerpo está en modo “reparación”. Si no le das los nutrientes necesarios (especialmente proteínas y carbohidratos), estás perdiendo una ventana muy valiosa para recuperarte y progresar. No tiene que ser una comida enorme, pero sí algo que reponga lo perdido.

3. Confiar demasiado en suplementos

Los suplementos pueden ayudar, claro, pero no hacen milagros. La base siempre debe ser una alimentación equilibrada. Si tus comidas no están bien planteadas, da igual cuánta proteína en polvo tomes o si te tomas un pre-entreno caro. Empieza por lo básico: comida real, bien distribuida y adaptada a tu entrenamiento.

4. No hidratarse correctamente

Parece algo menor, pero no lo es. La deshidratación, aunque sea leve, puede afectar tu rendimiento, tu concentración y hasta tu recuperación. No esperes a tener sed para beber. Llevar una botella de agua siempre contigo puede marcar la diferencia.

5. No adaptar la alimentación al tipo de entrenamiento

No es lo mismo un día de fuerza que una tirada larga de running. Muchos caen en la rutina de comer siempre igual, entrenen lo que entrenen. Tu cuerpo tiene distintas necesidades según el tipo de ejercicio que hagas, así que aprende a ajustar (más carbos en días duros, más proteína en sesiones de fuerza, etc.).

En resumen:
La nutrición deportiva no se trata de comer “perfecto”, sino de ser coherente con lo que tu cuerpo necesita. Evitar estos errores puede ayudarte a avanzar más rápido, sentirte mejor y disfrutar más del proceso.

 

Compartir: